Hoy nos animamos a escribir este post para aquellos neófitos que quieren acercarse a este mundo tan especial y maravilloso. ¡Vamos a ello!
Este preciado manjar de nombre científico Tuber Melanosporum, también se le conoce como Trufa de Perigord, y todos sabéis cuán apreciada es en campo de la gastronomía, principalmente por su aroma.
Se trata de un hongo hipógeo (que se encuentra bajo el suelo), y que posee un aspecto exterior oscuro (casi negro), cuya superficie presenta una especie de «verrugas» y de forma irregular, más o menos globosa. En su interior, el color de su carne es negro, con venas blancas.
La Trufa Negra tiene como hábitat natural los bosques del sur de Europa (Francia, Italia y España). Vive bajo tierra en simbiosis con las raíces de diferentes árboles (principalmente encinas, robles y avellanos) y generalmente en tierras calizas.
Se reproducen en primavera, aunque no llegan a su punto óptimo de maduración hasta el invierno.
Es entonces cuando se procede a su recolección, siendo la temporada de diciembre a marzo. En la antigüedad se utilizaban cerdos para la recolección de la trufa, pero en la actualidad, lo más común es servirse de perros especialmente adiestrados en su olfato.