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Trufa Negra y Cava en Huesca

El periódico aragonés Heraldo.es, nos hace un resumen de la velada que se vivió recientemente en el Hotel Abba de Huesca, donde se celebró la llegada del inicio de la temporada de la trufa negra con una lección magistral de sus potencialidades y aprovechamiento con productos autóctonos.

Trufas del Señorío con la actualidad del mundo de la Trufa Negra. Aquí os dejamos un extracto del artículo que sabemos, os encantará:

«La puesta de largo de uno de nuestros tesoros gastronómicos ha tenido lugar en el hotel Abba de Huesca, donde se celebró el jueves por la noche la gala Cultura & Trufa que organiza Trufapasión. Los platos se maridaron con cavas Rosé, Reserva de la Familia y Milesimé de Juvé y Camps.

Con este armazón de productos y bodega de alta calidad, los cocineros pudieron dar rienda suelta a su creatividad y buen hacer. Y a fe que lo consiguieron, todo el equipo que dirige Darío Bueno, que cuenta con la ayuda del flamante campeón de la provincia de Huesca, Dani Lostao.

Para hacer boca, probé las dos creaciones con las que concurre el establecimiento en el Concurso de Tapas de Huesca: una de pollo hispano japonés sobre crujiente de arroz y un llamado pincho de Aragón, que lleva un ‘hot dog’ de longaniza de Graus con cebolla de fuentes y consomé de jamón de Teruel. Esta última sale de la cocina con el humo del nitrógeno líquido que le ponen a modo de neblina montañesa para impactar al cliente. Creativas y excelentes.

Los participantes en la gala iniciaron el ágape con unos aperitivos compuestos por longaniza de Pascua con trufa, paté de cordero tensino y queso de pasta blanda de oveja con mermelada de cebolla y trufa.

El primer pase consistía en un consomé texturizado con láminas de trufa, muy suave y aterciopelado. A continuación, se sirvió un plato igual de sugerente y en el que combinaban de maravilla las texturas del bacalao, patata y el huevo, cuyos sabores se deslizaban suavemente por el paladar con la ayuda del aceite de trufa.

Más consistente y sabroso, el solomillo de buey con mantequilla de trufa y cremoso de calabaza sació por completo las ansias con las que siempre se cogen las primeras tuber melanosporum.

Mejor, imposible: producto, técnica y alma en los platos que salen de cocina. Y a la misma altura el servicio de sala, profesional y amable, y el ambiente del local.
Longaniza, paté de cordero tensino, queso de pasta blanda de oveja con mermelada de cebolla y trufa.»