A continuación, os dejamos este artículo publicado por el ABC con motivo de la reciente celebración de la XIII Edición de FITRUF en Sarrión:
La trufa está considerada como el diamante negro del sector agrario por su precio, escasez y las dificultades para su localización. Aragón es una de las grandes potencias mundiales en lo que a la producción de este hongo se refiere, que crece sobre todo en la provincia de Teruel y tiene a Sarrión como referente.
La localidad turolense de Sarrión celebra anualmente la feria de referencia del sector trufero nacional. Su última edición tiene lugar estos días. Hasta el próximo domingo, productores y compradores se dan cita en un certamen en el que la trufa se está pagando a una media de 700 euros el kilo. Eso sí, los productores aseguran que está justificado: son las mejores que se han recolectado.
Que la feria española de referencia en el sector de la trufa se celebre en tierras turolenses no es casualidad. Esta provincia es una auténtica potencia en la producción trufera. Concentra el once por ciento del terreno dedicado en todo el mundo a obtener este preciado hongo, y el 20 por ciento de la producción mundial.
En España hay 10.000 hectáreas dedicadas al cultivo de la trufa, que requiere de unas condiciones climáticas y de terreno muy específicas. De esas 10.000 hectáreas, 6.000 están en Aragón: 4.500 en Teruel,1.000 en Huesca y 400 en Zaragoza.
La importancia de la trufa en Sarrión es tal, que está localidad turolense llega a comercializar más de la mitad de la trufa que se produce en España. De ahí que a Sarrión se la conozca como la capital española de la trufa negra. Es ahora cuando llegan los reconocimientos, pero esta actividad es centenaria en esta zona. Son varias las generaciones que han dedicado toda su vida a la recolección de este preciado manjar para la que se requiere grandes dosis de paciencia.
Este hongo crece enterrado en el suelo, a unos 30 centímetros de profundidad, por eso para su localización es imprescindible un perro trufero, cuyo valor es incalculable. Antiguamente era el jabalí el encargado de buscar las trufas.