La trufa joya de la cocina, también conocido como diamante negro, se alía ahora con la cosmética tras los excéntricos tratamientos como los de perlas, oro o piedras preciosas.
Sin embargo, la diferencia estriba en que la trufa es rica en vitaminas del grupo B, especialmente la riboflabina (vitamina b2) y la niacina (vitamina b3). Entre las numerosas cualidades que aportan están, el efecto tensor de la piel, por lo que se les conoce como ‘el botox natural‘, ya que da brillo a la piel atenuando las manchas derivadas de la exposición solar, y que tanto preocupan a las mujeres. Se recomienda especialmente para pieles sensibles, trasladando a la piel sus propios nutrientes, que ayudan a las células a protegerse de la oxidación.En definitiva, la tuber magnatum, conocida comunmente como trufa blanca, aplicada sobre la piel, bloquea la producción de melanina, permitiendo corregir problemas de pigmentación. Además, su un efecto antioxidante y mejora la brillantez, la hidratación y la nutrición de la piel. En el caso de la tuber melanosporum, conocida como trufa negra, la conjunción de sus aminoácidos actúan sobre la piel alisando las arrugas, efecto lifting.