Como todos sabemos, para recolectar la trufa / «cazar trufa», salvo que tengamos mucha paciencia y esperemos a que actúe la mosca de la trufa, es ideal contar con un compañero fiel, un perro, aunque como sabemos, hace décadas, uno de los principales animales utilizados para estos menesteres era el cerdo. Actualmente, uno de lo principales competidores junto al hombre por la trufa salvajes son los jabalíes.
No existe una raza específica para los perros truferos, aunque sí están siendo demandados últimamente la raza de los perros de agua.
Foto extraída de la wikipedia.
Según los expertos, las características fundamentales es que el can sea obediente y dócil, y que esté bien entrenado para la búsqueda de trufas. En general lo ideal es dedicar un perro en exclusiva a estos menesteres (se recomienda no readaptar una perro de caza perro trufero), al que se debe enseñar preferiblemente desde que es joven. Se utilizan tanto machos como hembras aunque a los primeros se les suele castrar para que no se «despisten» con otros olores y sean más dóciles. Entre los truferos los hay quienes prefieren hembras por su mayor docilidad y mejor olfato, y otros que prefieren machos por su mayor animosidad.
El tiempo de adiestramiento de estos animales ronda los 12-24 meses. Una vez el perro ha aprendido a acudir cuando se le llama, puede comenzarse a educarsele para cazar trufas, pero para ello es fundamental su bautismo de fuego en campos reales con trufa negra fresca de cara a asegurar su eficacia. Para su adiestramiento se precisa de ese oro negro tan condiciado, la trufa negra, para que los canes se acostumbren a su olor; los ejercicios de adiestramiento se basan en esconder dicho hongo para que los perros los encuentren.
Enseñar a un perro a «caza trufas» es fácil, lo realmente difícil es encontrar un perro «trabajador» que sea capaz de aguantar cada día los largos recorridos por el monte y obedecer nuestras órdenes cuando se le indica que repase trufera tras trufera. Cuando la recolección se efectúa en plantaciones artificiales el esfuerzo a realizar por el perro y su amo es mucho menor y no es tan necesaria la resistencia del animal.
Los dos 2-3 años suele sonsiderarse la edad madura para que un perro encuentre trufa, ya que se encuentran más asentados. Estos animales consideran la búsqueda da trufa como un juego y conviene premiarles cuando consiguen su objetivo de cara a que tengan una mayor motivación. Cuando el perro encuentra trufa, se detiene, olfatea el suelo, lo rasca un poco con sus patas delanteras y espera, moviendo el rabo, que se acerque el amo y solicitando la recompensa de un pedazo de pan, tocino o queso, etc. (mi amigo Carlos López, les da hasta mortadela :-). Todo sirve si a nuestro perro le gusta.
Fuera de la temporada trufera conviene sacar el perro al monte para que se mantenga en buena forma y con «las manos endurecidas». Cuando lo saque a cazar trufas prevea no sólo su bebida sino también la del perro, se lo agradecerá y trabajará mejor.
Si precisa de perros truferos existen varias modalidades de servicio, cada una adaptada a sus necesidades:
- Venta de perros truferos ya sea para trufa silvestre o de plantación. Los precios oscilanentre 1.500 y 1.900 EUR
- Adiestramiento de perros truferos: dificil de estimar ya que varía la formación en función del animal. Existen cursos cuyo importe rondan los 250 EUR, pero se recomienda consultar primero si opta por esta modalidad
- Alquiler de perros truferos. Generalmente cuando es opta por este modelo de servicio, se suele ir a porcentaje con el propietario del perro, y el coste de dicho servicio no suele ser superior al 35% de lo recolectado.