Al igual que con la polinización, en este caso, los animales y no los insectos son fundamentales para dispersar las esporas de las trufas.
Los animales que encuentran e ingieren trufa, se desplazan, y cuando defecan, dejan junto a sus excrementos las esporas de las trufas que han comido, haciendo que las trufas puedan expandirse.
Este fenómeno es un win-win, ya que la trufa ha conseguido su objetivo de expandirse mientras que el animal a tenido su premio.
Aunque no está muy claro, parece ser que el transporte interior de las esporas de trufa activa algo que hace que germine tras la defecación animal, ya que los experimentos realizados en laboratorios para conseguir su germinación no han sido fructíferos..